La planta de cáñamo es una especie vegetal extremadamente rica en varios productos químicos y contiene una amplia gama de cannabinoides, incluidos cannabinol, cannabigerol y tetrahidrocannabivarina.
Entre ellos, el THC y el CBD destacan por su abundancia en las flores de cannabis, pero diferenciarlos a lo largo del tiempo ha sido un reto importante. Esto también ha tenido implicaciones importantes para la toma de conciencia de las considerables diferencias y sus efectos en el cuerpo humano.

 

Actualmente, las variedades de cáñamo comúnmente disponibles suelen tener un contenido de THC (tetrahidrocannabinol) mucho más alto que el CBD, CBG, CBN y CBDA. Esta disparidad ha hecho que sea más complejo distinguir y aislar los efectos del cannabidiol (CBD), que a veces pueden verse eclipsados por los efectos psicotrópicos y de alteración del estado de ánimo del THC.

La historia del CBD

En el pasado, la situación era muy diferente. Cuando la medicina tradicional china mencionaba los muchos beneficios del cannabis, se refería a una planta que, además de THC, también contenía una cantidad significativa de CBD. A lo largo de los siglos, este legado se ha perdido, lo que ha llevado a una asociación casi automática entre la planta de marihuana y el THC, la sustancia estupefaciente que ha sido prohibida en muchos países.

Debido a las numerosas aplicaciones del cáñamo en diversas industrias, la ciencia ha renovado su interés en esta planta, que había sido suprimida debido a las severas restricciones durante el período de prohibición.

En estudios recientes sobre las cannabináceas, el potencial beneficioso y terapéutico del CBD ha surgido de una manera sorprendente, dejando atónitos a la mayoría de los estudiosos. El proceso de análisis y confirmación de los resultados de esta investigación aún se encuentra en una fase inicial, pero ha quedado claro que este cannabinoide puede utilizarse para satisfacer una amplia gama de necesidades, tanto para los humanos como para nuestras mascotas.

Los diferentes usos del CBD

Es sumamente interesante explorar los efectos que el CBD puede tener en el cuerpo humano.

La ingesta de esta sustancia activa nuestros receptores cannabinoides, desencadenando un proceso de reequilibrio de las funciones de muchos de nuestros órganos, con especial atención al sistema nervioso, tanto central como periférico, restaurando una condición de bienestar general, conocida como homeostasis. Como resultado, el CBD ha demostrado ser una valiosa ayuda en el tratamiento de muchas dolencias, tanto físicas como mentales. Muchos de estos trastornos eran conocidos ya en el año 300-400 a.C., especialmente por los expertos en medicina china y más tarde por los médicos del norte de África, Europa y, finalmente, los Estados Unidos.

Basándose en este conocimiento antiguo y en estudios modernos, se ha descubierto que el CBD no tiene efectos secundarios significativos, a menos que haya interacciones con otras drogas o un abuso en uso. Como resultado, se está empezando a considerar el uso de productos de cáñamo con un alto contenido de cannabidiol en entornos médicos y farmacéuticos.

En muchos países, leyes específicas han permitido el uso de cannabis medicinal que contiene solo trazas de THC para el tratamiento de diversas afecciones. En particular, en Europa, hay casos notables de clínicas en Alemania y el Reino Unido que ofrecen exclusivamente cannabis medicinal para abordar una amplia gama de problemas de salud, respaldados por una rica literatura científica que confirma la eficacia de este enfoque terapéutico.

Las propiedades del CBD :

Los efectos relajantes

Siempre se ha hecho hincapié en la eficacia relajante y calmante del CBD, con un impacto particular en el cerebro. En el pasado, se usaba para sofocar ataques de ira, aliviar la depresión y hoy en día se considera un remedio adecuado para el tratamiento de ansiedad, ataques de pánico e insomnio. Muchas personas utilizan productos de CBD para mejorar la calidad del sueño, como el hachís de CBD, que induce una sensación de relajación. Esto se debe a la interacción de los compuestos activos del hachís, como el THC y el CBD, con el sistema endocannabinoide del cerebro.

Actualmente, se están llevando a cabo varios estudios destinados a confirmar científicamente el uso del CBD como ingrediente activo en medicamentos psiquiátricos para la ansiedad, la depresión, la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo y los trastornos de estrés postraumático. Esta perspectiva se basa en los resultados positivos de las pruebas preliminares, que han puesto de manifiesto el potencial del CBD como antipsicótico, ansiolítico y apoyo a las terapias tradicionales para estos trastornos

Además, muchas personas utilizan el CBD como relajante muscular, no solo los deportistas durante la recuperación post-entrenamiento, sino también aquellos que padecen enfermedades graves como la esclerosis múltiple para reducir los dolorosos espasmos musculares que les aquejan. Se ha demostrado que el CBD tiene un potencial beneficioso en una variedad de situaciones, ayudando a mejorar el bienestar de muchas personas.

El CBD también es excelente como antiinflamatorio:

Muchas personas utilizan el CBD como relajante muscular, no solo los deportistas durante la recuperación post-entrenamiento, sino también aquellos que padecen enfermedades graves como la esclerosis múltiple para reducir los dolorosos espasmos musculares que les aquejan. Se ha demostrado que el CBD tiene un potencial beneficioso en una variedad de situaciones, ayudando a mejorar el bienestar de muchas personas. Esta sustancia ha jugado un papel clave en dos áreas importantes, aunque el potencial de este compuesto químico sugiere que podría haber muchos otros usos.

Por un lado, los productos de CBD, como el aceite de CBD, se utilizan para aliviar la inflamación reumática y la artritis, reduciendo así el dolor en las partes afectadas.
La investigación también ha extendido su campo a los animales, demostrando la misma eficacia para aliviar el reumatismo en perros y gatos, por ejemplo, con el aceite de CBD para perros.

Además, esta sustancia, a menudo concentrada en un aceite, se utiliza como aditivo en cremas y otros productos cosméticos, contrarrestando la inflamación de la piel, como el acné, la psoriasis y otros tipos de dermatitis.